KIHON

Kihon (基本) es un término japonés que puede traducirse como “fundamentos” o también como “lo básico”. Una gran parte de las artes marciales japonesas suelen utilizar este término para hacer referencia al conjunto de las técnicas básicas que se enseñan en cada una de ellas. El primer kanji 基 (き, ki) se traduce en efecto como: base, fundamento. Mientras que el segundo kanji 本 (ほん, hon) significa: libro. Así, la forma más común de entender Kihon es como “norma, base”.
Antes de empezar a profundizar sobre que se entiende o engloba por Kihon en nuestro Nanbudo, que pienso se corresponde con las ideas utilizadas también en otras artes marciales, observemos que es generalizado el sentir que la práctica y el dominio de las técnicas básicas es esencial para llegar a una formación avanzada y que además, incluye la práctica de la forma correcta del cuerpo y de la respiración, el fomento del espíritu correcto y la actitud en todo momento… esto es el kihon. Pero que para que todo eso suceda como es debido resulta importante la práctica de lo más básico, lo que llamamos “la base”… ese otro “kihon” dentro del kihon y que es donde se aprenden, trabajan y “pulen” todo lo que conforma una técnica como posturas, posiciones, uso y conocimiento de las distintas partes del cuerpo, golpes, defensas, empujes, caídas, proyecciones, barridos, trayectorias, giros y desplazamientos, biomecánica, etc. 

El kihon debe ser trabajo diario, cada sesión requiere en principio una atención a éste. Resulta fundamental para el dominio y la mejora de todos y cada uno de los movimientos y sobre todo para aquellos de una mayor complejidad. Veamos como suele ser tratado por algunas artes o estilos marciales: 


En karate, en muchos dojo, el kihon suele ser practicado mediante repeticiones continuadas de una técnica, en Japón por ejemplo, existen centros donde el kihon, son largos períodos de entrenamiento, ya que sus maestros piensan que con este tipo de práctica repetitiva las técnicas arraigan en la “memoria muscular” del karateka. Otros estilos hacen más hincapié, en lo que denominan kihon-kata, en la enseñanza de los principiantes para luego pasar a desarrollar un trabajo de intercambio de técnicas por parejas, dejando para niveles más elevados el uso de accesorios del tipo makiwara; con estos enfoques combinan la repetición con la formación en la distancia. En otros estilos tienen un conjunto de técnicas básicas que se practican de continuo en sesiones únicas dedicadas a kihon; y otros disponen de conjuntos de técnicas que van practicando cada uno o dos meses pues, en el trabajo diario con cada técnica usada se suele practicar con anterioridad su correspondiente kihon.

En kendo, se realizan diferentes tipos o sistemas de kihon. El Dai ichi kihon (primera fase de kihon) y el Dai ni kihon (segunda fase de kihon) son los dos sistemas de kihon que se desarrollan en las fuerzas policiales japonesas. Más tarde, en el 2005, la Federación de Kendo japonesa ideó un objetivo en la metodología consistente en desarrollar una forma de entrenamiento donde se podían incluir en la práctica del kendo propósitos tales como: ayudar a los principiantes a aprender el concepto de que el shinai es la representación de la katana; desarrollar fundamentos sólidos y técnicas que puedan usarse directamente en la práctica con bôgu (Bô es proteger o defender, y gu es armadura o equipación del kendoka); desarrollar las habilidades del estudiante y la comprensión de la práctica posterior del kata kendo; y sobre todo, desarrollar el Reiho, los buenos modales.

En aikido tienen también distintas variedades de kihon, sobre todo dependiendo del estilo. Las técnicas del aikido se desarrollan teniendo en cuenta los aspectos en común entre sí mismas, de manera simultánea con la táctica; además de aplicar un acondicionamiento físico diferente al estar basado en la relajación, la alineación corporal, los giros, las torsiones y extensiones, además del desarrollo de una tensión dinámica muy específica. Logrando una fusión sincronizada de las trayectorias de ataque y defensa dentro de circuitos horizontales, verticales o diagonales de movimientos en elipse, circulares y/o en espiral. Mientras unos estilos buscan un kihon a partir de una apropiación de gran alcance estático, en otros tipos de kihon se inicia con dos personas separadas por una distancia determinada. Pero en todos los casos el papel de ambos contendientes es estrictamente definido.

Me gusta diferenciar entre kihon y kihon-waza. Mientras lo segundo hace referencia al conjunto de técnicas como dachi o Tachi-waza, uke-waza, tsuki-uchi-waza, geri-waza, ukemi-waza, etc. que se estudian y sirven de práctica en las sesiones de cualquier arte marcial, por kihon también entiendo un enfoque más generalizado de conciencia por la constancia, perseverancia, perfeccionamiento, profundización e investigación de todo aquello que forma parte de los apartados antes enumerados. 
Entiendo que no se diferencie a veces entre kihon y kihon-waza, o que se usen nombres distintos, pero si no tienes un kihon sólido… tu kihon-waza no será más que muy poco o nada. Por ejemplo el kihon waza te enseña una técnica, que a base de repeticiones e incluso bunkai, te lleva al dominio de la misma; pero debes seguir perseverando en ella, profundizando en ella, buscar nuevos objetivos para que esa técnica se vaya completando y complementando con otras, y es aquí donde opino entra esa otra forma de entender el kihon… esa forma de entendimiento que te dice que además de la perfección de aquella técnica hay otros factores como por ejemplo distancias, ángulos, tiempos… toda técnica sin estos aspectos no es correcta. 
A menudo existen prisas por aprender o acumular distintos waza o conjuntos de ellos, o kata,  o randori y kumite, etc., también sucede que el tiempo de dedicación es insuficiente al global del programa de determinado arte marcial o una excesiva dedicación a determinados aspectos del arte marcial como la competición por ejemplo. Y entonces el perjudicado es casi siempre el kihon, la base o fundamento de ese arte, lo que a la larga dará lugar a malos hábitos, ineficacia y en el peor de casos decaimiento tanto del practicante como de ese arte marcial.
La diferencia expuesta esta fundamentada en la mentalidad de la formación. Imagina de nuevo aquella técnica referida, piensa que ya crees dominarla bien al igual que su aplicación… pero no sabes realizarla en su distancia, o en su ángulo adecuado, o en su tiempo o momento adecuados… ¿para qué te sirve? En cambio, si ese control principal del espacio que te da el kihon lo tienes trabajado, y aunque tu técnica no sea muy buena estarás en el buen camino de la formación.
Piensa, que por ejemplo, el momento oportuno para realizar una técnica es un instante breve, quizás muy… muy breve, saber leer, ver ese momento te ofrece la oportunidad de obtener la máxima efectividad de cada técnica… en cada técnica. La velocidad de ejecución, saber utilizar el estado de equilibrio de tu oponente para tu aprovechamiento óptimo, correcta disposición esquiva-reacción en la distancia correcta… en el momento correcto… todo esto son factores que intervienen en la correcta ejecución de una determinada técnica, no solamente (que también es muy importante) el saber plasmarla como un gesto plástico o armonioso.
Tras estas pinceladas sobre lo que es o comprende el kihon, trataremos de ir aportando conceptos básicos en nuestro arte marcial: el Nanbudo. En él, el kihon se expande por cada una de las partes en que se divide: Bu do hô, Ki do hô y Noryoku Kaihatsu hô, formando parte muy importante en cada una de las técnicas o grupo de ellas que comprenden.
Para mi el kihon dachi es el asiento o la base en que se fundamenta todo. Si la ejecución de una determinada posición es falsa, descompensada o descoordinada… todo lo demás resultará erróneo. La parte fundamental de un látigo es el mango, la zona por donde se coge… del hábil movimiento del mango resulta la precisión y fuerza de la pegada… puedes naturalmente golpear cogiendo el látigo por la parte que golpea, o por el centro… pero su resultado indudablemente ya no será el mismo. El oi-tsuki en zenkutsu dachi es el ejemplo más claro a comparar con el del látigo: el asentamiento final de la posición del “zenku” condiciona y fija la acción de cadera, en cuyo momento la biomecánica de los brazos finaliza el ataque, al tiempo que se termina de expulsar el aire con el Kiai: todo esto coincide en la acción para que el kime sea correcto. 
Si alguno de esos componentes se desvirtúa, ya no hay kime. Esto no quiere decir que un oi-tsuki no pueda ser realizado en moto-dachi, por ejemplo, pero su potencia ya no será la misma puesto que al reducirse la posición, se reduce la acción de la cadera, la distancia efectiva al blanco será casi la mitad… esa técnica será efectiva pero para otro bunkai, para otra aplicación o situación.

 En  1.978 cuando Nanbu Dhosu Soke ideó el Nanbudo, denominó al estudio de las posiciones como “Shisei”. Quizás ya entonces pretendió dar una importancia especial a este apartado. En otras artes marciales se le denomina indistintamente Kihon-dachi, Dachi-waza, Tachi-waza, etc., esto se traduce como la base o fundamento de las posiciones, técnicas de posiciones, etc.  Tachiwaza立技haría referencia a la teoría y práctica de posturas estando de pie y Dachi立ち a cada una de las posturas. 

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