ATENCIÓN (注意, Zhùyì # Chûi)

La Atención es el principio meditativo de todo ejercicio. Debemos ser conscientes de que nuestra atención está únicamente en el desarrollo del ejercicio, qué… estamos trabajando, qué… sentimos, cómo… lo hacemos, tratando de imaginar o “ver” como sucede todo y siendo conscientes del grado de intensidad que aplicamos y el “para qué”. 
Todos los demás pensamientos, son “ruidos” que restan calidad a la acción.
Al igual que en el Seikozahô, Gaibu/Naibu Meisô o prácticas de Meditación Externa/Interna, nos referimos a “Atención” como un no-luchar con los contenidos mentales que van surgiendo sino, como una observancia o atención hacia ellos… si no te resistes a esos pensamientos o emociones irán perdiendo su fuerza y persistencia. 

Observarlos o Atenderlos es la clave para encontrar la calma, sin el deseo expreso de que eso suceda: anhelar, desear querer que algo suceda en meditación es una forma de pensamiento y de oponer resistencia a ellos. 

Cuando nos referimos a “Atención” en el contexto de una actividad marcial o de salud, debemos tener presente antes que se entiende por Atención en términos generales o sea, considerarla como una aplicación voluntaria de la actividad mental (o de los sentidos) ante un estímulo o un objeto mental, lo que se llama: centrar la atención

Estamos ante un proceso cognitivo que permite la selección y concentración en los estímulos relevantes para poder procesarlos como respuesta.

En el Budô, la Atención es necesaria inevitablemente para poder afrontar disposiciones o respuestas como por ejemplo, las actitudes del Kamae, Zenshin, Chûshin y Zanshin. En el Chi Kung, Qi Gong o Kikô, también por ejemplo y como referencia a las Artes de Salud o Katsukidô, la Atención tiene por objeto el observar como el cuerpo, la mente y el mismo espíritu reacciona ante determinados ejercicios para poder formar una adecuada “imagen mental”… tan necesaria en estas prácticas.

2018年7月24日

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