TONOS OPUESTOS: SÔRYOKU o ZHENG-LI. Shinpôki conceptos.
Existe un algo que, además de ser una propiedad natural del ser humano, como lo es la salud y su propio potencial, representa la única aportación para llegar a comprenderlos… y ese algo, no es otra cosa sino el Camino de la energía.
Y podemos atender esa circulación o camino del Ki a través de la práctica de un concepto que a bien tenemos por denominar en estas líneas como “Tonos Opuestos (1)”. Existen escuelas o métodos marciales y de salud en las que este concepto es fundamental: tanto como filosofía propia, como, a la hora del trabajo de sus desarrollos técnicos... y, al que se refieren en China, sobre todo en la China de hasta hace al menos unos años, como “Zheng li, 争力(1)”, cuyo equivalente al japonés, aunque no muy usado, es “Sôryoku”.
“Zheng li, 争力 (1)” es un concepto, una sensación, e incluso tomado como una fuerza en fase de equilibrio. Pero en realidad supone ser un “todo” en el desenvolvimiento humano. Claramente, por Zheng Lì sólo se entiende una cosa, es a la hora de traducción, la traducción literal, cuando surgen las diferencias o discrepancias (ver notas al pie del post), nosotros, entre “Fuerzas o Tensiones contradictorias” preferimos el uso “Tonos Opuestos (1)” , por aquello de que, cuando se aprecia o se siente su presencia, el cuerpo está en un estado de actividad desde la relajación física o muscular, como en una especie de “tono corpóreo-mental”. Aunque a lo largo del escrito, nos referiremos a él utilizando sus distintos apelativos por aquello no tomar partido en exceso.
“Tonos Opuestos (1)” son dos fuerzas o tensiones simultaneas que, desde la relajación muscular, parten de un punto central al mismo tiempo, llevando direcciones o trayectorias opuestas. En su forma general, es la “imagen(2)” de una esfera ovalada que abarca o rodea a la figura del cuerpo humano en sus tres dimensiones. Ese punto central puede hacer referencia al del cuerpo al completo o a una parte de él, ya que el “Sôryoku o Zheng li (1)” , puede ser trabajado de forma total o parcial con respecto del cuerpo humano.
Hablamos de “imagen (2)” , al definir a este par de tensiones opuestas, ya que eminentemente nos hallamos ante un trabajo o ejercicio cognitivo: una visualización mental de como esas dos fuerzas en oposición generan una tensión o tono en nuestro organismo. Existen investigadores que han demostrado que una visualización mental que uno tiene de realizar un ejercicio determinado, supone para el cerebro lo mismo que si dicha actividad fuese ejercitada en la práctica real.
En el mundillo de las artes marciales o métodos de salud, incluso en meditación, se tienen muy en cuenta los distintos tipos de “fuerza (3)” que pueden ser utilizados en sus múltiples gestos técnicos. Por ejemplo, no es lo mismo hablar de “fuerza interna (3)” que de “fuerza muscular o mecánica (3)”, la segunda se ejerce mediante un conjunto de contracción y relajaciones de tipo muscular, mientras que la fuerza interna, es el producto de la “mente/intención (4)” que puede sumarse a esa acción o gesto.
Así pues, “Tonos opuestos o Zheng li (1)” es la visualización mental de dos fuerzas opuestas que operan en nuestro cuerpo induciendo una tensión o tono, desde un estado de relajación y quietud muscular. Es el instrumento apropiado para condensar el cuerpo y la mente en una entidad armónica en su conjunto. La forma de trabajar “Zheng li (1)” más habitual es por medio de posiciones estáticas, al menos en los inicios de práctica. Entre este tipo de posiciones, la más común es la archiconocida “camisa de hierro” o “abrazar el árbol”, muy utilizada en "Zhan Zhuang (5)" (quieto o clavado como una estaca).
Decíamos que la “imagen (2)” era la visualización de una esfera tridimensional donde las “tensiones concurrentes o contradictorias (1)” (Zheng li (1)) se desarrollan: yendo simultáneamente desde un punto central hacia arriba y hacia abajo, o desde arriba y desde abajo hacia ese punto central; también divergiendo o convergiendo hacia ese punto desde delante y desde atrás… o desde izquierda hacia la derecha y viceversa. Son seis posibilidades de trabajo y, la aspiración es llegar a sentir ese “tono opuesto (1)”, con las seis posibilidades a la vez y con todo el cuerpo al completo. Pero esto lleva mucho tiempo de práctica y de perseverancia, además se recomienda siempre comenzar con partes del cuerpo, como por ejemplo, empezando con las manos y yendo de posibilidad en posibilidad.
Esos “pares de fuerzas o de tensiones (1)” son dirigidos, o usados mentalmente, para “empujar o tirar” en esas posibles seis direcciones principales desde o hacia un “centro” en pos de conseguir y mantener un equilibrio que podríamos llamar “tono de resto, o tono de vacío”. Este “tono” conseguido trabaja o elabora un tipo de elasticidad en la zona corporal correspondiente que puede llegar a actuar como una “fuerza de muelle o de rebote (3)” y que engrana con un tipo de “Atención (12)” (comúnmente llamada “atención focalizada o enfocada”) permitiendo detectar rápidamente un estímulo relevante, como podría ser un gesto o una técnica.
Iniciarse primero en la práctica del "Zhan Zhuang (5)" (站樁) sirve de ayuda para aprender y comprender la “Esencia (6)” de un arte marcial. Entendiendo como “esencia” lo referido a la “Energía Oscura o Anjin (3)”. En este método de "Qi Gong (5)" que es el "Zhan Zhuang (5)", se desarrolla un tipo de fuerza que denominan “Hunyuan li (5)” o “fuerza de todo el cuerpo” que igualmente se consigue con el trabajo de la "Mente/Intención (4)", de la misma manera que usamos la visualización para desarrollar el sentido de “Tonos Opuestos o Zheng li (1)”, y que resulta útil porque puede ayudar a producir una fuerte fuerza en todo el cuerpo.
Podemos enunciar, con normalidad, que los “Tonos Opuestos (1)” son una expresión corporal del Yin-Yang. Recordemos que desde la MTC se dice que Yin y Yang son dos principios dinámicos, contrarios entre sí y que al mismo tiempo se crean el uno al otro y que, dentro de cada uno de ellos está la semilla del otro. Se nos dice que entre el Yin y el Yang existen cuatro tipos de relación, veamos:
- Oposición: conlleva un matiz de “lucha”, pero en realidad tienden a la armonía, al equilibrio entre ambos aunque realmente se trata de un “equilibrio que jamás alcanzan” pues, es la constante alternancia entre ellos lo que permite la existencia del universo.
- Interdependencia: significa que no puede haber uno sin el otro: el Yin sólo puede existir si existe el Yang, y viceversa. Y, esto vale para cualquier fenómeno, objeto o acción que podamos ver o concebir: nada existe si no existe a la vez su contrario.
- Equilibrio mutuo: ambos buscan constantemente el equilibrio entre sí. Cuando el Yin crece, el Yang procura imponerse, para que ambos se igualen de nuevo. Y viceversa. Sin embargo,Yin y Yang jamás alcanzan el equilibrio completo: una relación eternamente dinámica, por lo que pugnando por imponerse entre sí, resultando que siempre uno de los dos acaba por sobrepasar al otro.
- Transformación: Yin y Yang se transforman el uno en el otro cuando se inicia precisamente en el momento en el que alguno de los dos alcanza su máximo. Cuando se llega al máximo Yin, comienza a ascender el Yang y viceversa.
Pues “Tonos Opuestos (1)” es todo esto, como un calco, en comparación con el Yin-Yang: oposición, interdependencia, equilibrio mutuo y transformación. Dos resistencias de la “Energía Oscura o Anjin (3)”, que se enfrentan en oposición y cuyo fin es hacer que el Ki (3) se comprima y la Sangre (7) se divulgue, en un ciclo de aceleración y fortalecimiento logrando alcanzar resultados de salud (en lo referente a los métodos de salud) y, fortalecer la “energía interna o Neijin (3)”, bien en el ataque o en el combate, para jugar la última “fuerza explosiva o destructiva, Bàopò li (3)”… cuando hablamos en términos de Budô o de Wushu. “Tonos Opuestos (1)” son dos esfuerzos que compiten retorciendo, envolviendo y/o apuntalando la "Energía Oscura o Anjin (3)", como una marejada interior: es la actuación de esa energía interna en el interior.
"Zhan Zhuang (5)" es una forma fundamental del y para el trabajo de “Tonos Opuestos (1)”. Este método de "Qi Gong estático (5)” supone ser una controversia de agitación interna, que se desarrolla dentro de una estructura tridimensional, y que está formada por giros y vueltas de dos fuerzas o tensiones (tonos) que se inducen desde el “enraizamiento (8)” de los pies con el suelo (地Tierra); asciende por las piernas, espalda (columna vertebral) llegando hasta la cabeza y proyectándose hacia lo alto (天Cielo); y, además, se extiende frente al tronco (人persona) con un arco que forman los brazos con la curvatura de la espalda. A esto suele conocérsele como el “Sancai Zhuang (9)”.
Desde Shinpôki, vemos como “Tonos Opuestos o Zheng lì (1)” al juego de ese par de fuerzas contradictorias en pos de un equilibrio desde la relajación muscular, dando como resultado una notable actividad corporal en la quietud. Adoptamos la figura o “posición del Zhan Zhuang” o “posición de abrazo del árbol” para realizar un “Sancai Zhuang o Sansaikui (9)”, como veremos, al editar su “forma o kata”.
Sin embargo, el término “Zheng lì (1)” es también referido, en otras escuelas, como “Er zhueng lî (1)” porque mientras para unos se trata de un sinónimo, para otros tiene sus matizaciones. Para nosotros, en Shinpôki, cuando se habla de “Er zheng lì o pelea de fuerzas”, nos gusta denominarlo “Lucha de Fuerzas o 二爭力 Nisôryoku (1)”. Pues entendemos, que su finalidad es buscar el nacimiento o protagonismo de una de esas dos fuerzas a partir de su equilibrio.
“Lucha de Fuerzas o 二爭力 Nisôryoku (1)” es importante para la práctica de ejercicios en movimiento o para la ejecución de las distintas técnicas marciales. Ya que esos movimientos o desplazamientos necesarios nacen como resultado del estado “quieto o pasivo” de la imagen o idea hacia el nacimiento de la acción que provoca “Yi o la Mente/Intención (4)”.
Sin esta pelea de fuerzas “Nisôryoku (1)” no se puede producir una “resistencia o fuerza de resistencia (3)” y sin una “resistencia (3)” no tiene razón de ser una “potencia o fuerza de efecto (3)” o una fuerza de aplicación o de énfasis; y ambas necesitan para su equilibrio o, para ejercer su función, de un “Punto de apoyo o fulcro (10)” que supone ser “Tonos Opuestos o Zheng lî (1)” en su estado de equilibrio. Esto puede verse con el símil de las “palancas” en cada uno de sus tres “géneros o formas”. Está claro que las “Lucha de Fuerzas o Nisôryoku (1)”, son las fuerzas que ejercen u oponen tanto la “resistencia (3)” como la “potencia (3)” mutuamente y que mantener el equilibrio entre ellas es el “Tonos Opuestos o Zheng lì (1)”… un “fulcro” que también ejerce como tal en el conjunto “Sansaikiu (9)”: como nexo del “cuerpo-mente-espíritu (9)”.
Ese punto de apoyo, fulcro o punto divisorio que, cuando se trabaja o practica por zonas (manos, brazos, manos-espalda, pies-rodillas, pies-caderas, pies-cabeza) en pos del equilibrio entre las dos fuerzas, pasa a ser cada eje o plano que forman cada una de esas articulaciones (tobillos, rodillas, cadera-cintura, columna, codos, muñecas). De ahí que se diga que cada articulación es en realidad un verdadero centro de energía, un chakra. De manera que sin esa oposición de los “Tonos Opuestos (1)” no es posible trabajar ni lograr la energía oscura o interior (Anjin (3)), ejemplo: “sin el hoyo en el suelo donde se introduce la pértiga (Tonos Opuestos o Zheng lî (1)), ésta no podría soportar la “resistencia (3)” a su doblez producida por una fuerza de empuje o “potencia ejercida (3)”, por lo tanto no se podría producir el “impulso” (energía interna, Anjin (3)) que lanza al saltador hacia arriba”.
Podríamos decir lo mismo usando como ejemplo cualquiera de las técnicas del Budô o Wushu, o cualquiera de los ejercicios de un método enfocado hacia la salud o bienestar. Si no te “disuelves” en los “Tonos Opuestos (1)” no hay circulación del Qi (Ki), luego cualquier técnica o ejercicio estará carente de lo más esencial, al menos de cara a su efectividad, y se convierten en meras acciones deportivas o de gimnasias suaves… independientemente de la “carga física” con que se ejecuten.
Hay que practicar el Ki, guiarlo y, sobre todo comprenderlo… hay que dejarlo mover por el cuerpo, la presión del Ki en los vasos sanguíneos ayuda a mantener la presión dela Sangre (7) y por lo tanto favorece un flujo sanguíneo adecuado y, esto es como “la pescadilla que se muerde la cola”, hace que aumente la sensación de Ki en los meridianos y aumenta el “Campo de Ki (11)”.
Sucede que cuando se habla del uso fuerzas o de energías, enseguida puede surgir la idea de una actuación muscular o tendinosa bien por contracción o bien por relajación de esos tejidos, o por la combinación de ambas dinámicas. Contrayendo y/o relajando zonas musculares podemos sentir fácilmente la energía en dichas zonas, esa rigidez aplicada por los músculos producen calor, en cambio se reduce la sensibilidad epidérmica y la capacidad de agudeza corporal o sensorial. Y lo mismo sucede con los meridianos y sus múltiples terminaciones hacia la superficie de la piel. Esa sensación calorífica producida por la actividad muscular, no es igual a la sensación que se produce cuando se practica los “Tonos Opuestos o Zheng lî (1)”, aunque es muy similar, con el tiempo de trabajo se consigue un claro discernimiento entre ambas sensaciones.
Lo que pensamos es que, una cosa es cada una de esas fuerzas o energías mencionadas y sus respectivas cualidades e intenciones, y que otra cosa es esa “Lucha de Fuerzas o Nisôryoku (1)” que entendemos es el momento del nacimiento o inicio de cada una de ellas. Pensemos: “en un arco ya tensado al máximo y con la flecha ya colocada y lista para ser disparada. Se está ejerciendo una potencia que tira de la madera del arco hacia adelante y al mismo tiempo de la cuerda que lo tensa hacia atrás. Son dos fuerzas que se oponen. Por su parte el arco y la cuerda tensora ofrecen también dos resistencias que oponen: el arco a tensarse y la cuerda a tensar. Tanto en una como en otra perspectiva, cuando una potencia cede, la otra gana. Como igual sucede con la resistencia al tensado. Como resultado la flecha sale disparada”.
También podemos pensar: “que estamos en una disposición de guardia o de “Kamae”. La colocación de nuestras manos y brazos, la posición, el estado en general es de “Atención (12) y/o de alerta”. Si el “Zheng lî (1)” es el adecuado, nuestros músculos podrán estar en estado de relajación, pero al mismo tiempo muy activos por lo que se favorece la circulación o presión del Ki, y de esta forma listos para actuar. Hay un equilibrio de dos tensiones, de dos tonalidades encontradas u opuestas. Cuando “Yì o mente-intención (4)” decide realizar una acción (un ataque o una defensa), comienza una actividad muscular compleja (contracciones-relajaciones), se pasa de un estado de equilibrio en quietud a, un desequilibrio en movimiento. Las tensiones opuestas (Zheng lî (1)) se han convertido en lucha o pelea de fuerzas (Nisôryoku o Er zheng lì (1)) para, que después, una de ellas ceda en favor de la otra. Por lo que la acción se produce. Pero no sólo se produce la acción biomecánica en sí misma, además, a esa acción le acompaña una corriente de Ki que se suma y que incluso puede ir más allá que ella, ya que previamente circulaba por la extremidad ejecutora”.
Este par de tensiones “Tonos Opuestos o Zheng lî (1)”, no sólo es capaz de generar una resistencia mutua e intensa, también concibe pendencias físicas e incluso discrepancias del Ki, puede hacer brotar discernimientos entre el Ki interno y el externo (lo Duro y lo Blando)… y todo esto es debido a su enredamiento, a su genuino entrelazado y complejo tridimensional, capaz de envolver las fuerzas centrípetas y las fuerzas centrifugas.
Hemos comprobado que se denominan distintas clases de fuerzas y/o de energías. Muchos autores utilizan distintos términos para unas y otras, y para otros pueden ser los mismos. A veces debido a dar diferentes énfasis o distinciones entre ellas parece existir controversia… aunque en ocasiones sucede que las múltiples formas de traducir o interpretar los ideogramas o kanji pueden llevar a confusión. Pero no cabe duda que existen diversas clases o tipos “fuerzas y/o energías (3)”. Abajo, en el espacio de “Notas” tratamos de dar una breve explicación de algunas ellas relacionadas con este artículo.
Estamos ante un concepto práctico e importante de cara a la elaboración de un conjunto de ejercicios corporales, incluso de un método o estilo, puesto que nos hallamos ante una confección provechosa de la actividad corporal. Con la práctica de los “Tonos Opuestos (1)” cultivamos las actividades musculares o corporales mediante un conjunto de órdenes de procedencia cerebral, en esto no se difiere de cualquier otra práctica, pero desde este concepto de práctica, ésta se realiza reduciendo considerablemente cualquier tensión o contracción muscular en los distintos movimientos o posturas. Pero sin embargo, el “Zheng li o Tonos Opuestos (1)” no se puede formar ni cultivar en su cuerpo, o en parte de él, si no imagina o se sabe visualizar su “Atención (12)”. El trabajo de la “Atención (12)” no sólo es la herramienta ideal en los campos de la meditación, sino en el compendio de toda acción física o corporal y mental. La fase previa de “imaginar” y por lo tanto el nacimiento de la “idea” de cara a una posible “intención” es… la “Atención (12)”, ya que ella es, o supone ser el “vivir el presente”.
Cuando en las AAMM, su cualidad deportiva entra en prioridad, la estrategia, velocidad, rapidez y la fuerza en los movimientos, que son producidos por las continuas contracciones-relajaciones musculares, alcanzan su máxima atención: lo importante pasa a ser el rendimiento y sus resultados. Sin embargo todo esto, tiende a ocultar o a ahogar el “Zheng li o Tonos Opuestos (1)”. Por eso, para la práctica de este concepto, la relación muscular es esencial, ya que esas “tensiones en oposición” circulan a través de las distintas capas de tejidos, cuando las masas musculares no están en esos estados de contracción.
Veamos un ejemplo de lo que podría ser un ejercicio inicial y sencillo para sentir por primera vez esa lucha de tensiones que es el “Zheng li o Tonos Opuestos (1)” que estamos mencionando: “visualicemos que tenemos un balón de baloncesto pegado fuertemente a las palmas de las manos. Busquemos la sensación de querer acercar las manos y sintamos como a la vez, ese imaginario balón que sostenemos, crea una resistencia que nos impide acercar las manos. Luego probaremos lo contrario, intentaremos ahora encontrar la sensación de separar las manos y notaremos a la vez, como el balón pegado a las palmas ejerce una resistencia contraria que nos lo impide. En ese espacio que ocupa el imaginario balón de básquet, entre las manos podremos ir notando paulatinamente sensaciones de atracción y de repulsión. Todo esto debemos hacerlo desde la relajación muscular, no dejaremos que nuestro sistema tendinomuscular entre en acción, esto es, evitar que la “fuerza mecánica (3)” aparezca. Sintamos la sensación limpia de equilibrio entre atracción-repulsión, apreciemos que los músculos de manos, brazos y resto del cuerpo aun estando en un estado de relajación… ¡están activos!”
Tras ese ejercicio, progresivamente podremos seguir avanzando: “yendo probando, buscando y encontrando esas mismas sensaciones, realizando el ejercicio colocando los brazos como si abrazáramos un gran balón de playa o el tronco de un árbol; visualizando como nos tiraran de los codos hacia el exterior y nosotros impidiéndolo reteniendo hacia el interior… o al revés, que nos empujan de los codos hacia dentro y nosotros resistimos empujando hacia afuera. Ambas tracciones contrarias y simultáneas que logran un equilibrio, recordando no usar esa “fuerza mecánica (3)” y evitando la contracción muscular”.
También puede realizarse este ejercicio con otras partes del cuerpo, como por ejemplo: con las plantas de los pies y el suelo; tomando como centro las rodillas para que las fuerzas o tensiones se ejerzan hacia el suelo y hacia arriba o viceversa; o partiendo de la cintura y “tensionando” hacia abajo y hacia arriba: la coronilla de la cabeza tira de la columna hacia arriba, las plantas de los pies tiran de las caderas hacia abajo… e inversamente.
Un nuevo avance sería, ir realizando efectos dobles, por ejemplo: “en los brazos, abrazando el balón de playa: al mismo tiempo que tiran de los codos hacia afuera y retenemos hacia dentro… sentir simultáneamente que, nuestras palmas que tenemos frente a nosotros presionan el balón hacia nuestro pecho y empujamos resistiendo empujan con los dorsos de las manos hacia adelante”. Y finalmente, progresar hacia la tridimensionalidad del efecto energético de “Zheng li o Tonos Opuestos (1)”, en todas las direcciones a la vez: “fuerza hacia afuera de codos con resistencia hacia dentro + tratar de aplastar el balón hacia el pecho y evitarlo a la vez + tirar de la coronilla de la cabeza hacia el cielo y desde la cadera hacia el suelo… todo simultáneamente”. Llegado aquí, es cuando se aprecia la mayor circulación del Ki. Pero siempre relajando todos los músculos del cuerpo, evitando la “fuerza mecánica (3)”, esto es lo más importante: podemos ir elevando el nivel de exigencia en la intensidad de esas “tensiones encontradas y equilibradas” al mismo tiempo pero desde la laxitud en la acción muscular.
El otro paso posterior, una vez comprendido e interiorizado esos ejercicios, llega con el proceso de llevar la relajación hacia una “meditación externa o de objeto”, donde el “objeto” es el sentir el “Zheng li (1)” y el “sujeto” nuestro “Yi, mente/intención (4)” y que forman una “dualidad”, para que… paulatinamente, ir “atendiendo” al “objeto” y dejar de sentir al “sujeto”… un camino hacia una “no-dualidad”.
Existen muchos tipos de ejercicios para el trabajo en el concepto del “Zheng li o Tonos Opuestos (1)”, y entre ellos podemos incluir, cada gesto o técnica de las artes marciales o métodos para la salud. Buscar en cada una de las técnicas esta sensación de “Tonos Opuestos (1)” es la base necesaria de todas ellas.
Los ejercicios descritos, y cada uno de los muchos que pueden existir, abren el camino del entendimiento, o quizás mejor aún, el camino del sentimiento y de comprensión sensorial del “Tonos Opuestos (1)”. Pero en sí mismos, forman parte del método que desarrolla el “Zheng li interno (1)”, cuya finalidad es el cultivo y desarrollo de las facultades corporales. Conforme avancemos en la práctica de los distintos ejercicios que puedan ser propuestos a tal fin, iremos notando en nuestro cuerpo, o en la parte corporal que estemos trabajando, cierta tensión o tono particular, cuya sensación, debido al estado de relajación muscular, es distinta de la que se aprecia a través del calor que se desarrolla por la actividad de contracción muscular o del uso de la “fuerza mecánica o Jin-lì (3)”. Podremos sentir, como ese tono sutil atraviesa nuestros músculos reposados.
Existe otro método o conjunto de ejercicios que se desarrollan el en denominado “Zheng li externo (1)” en el la diferencia de su práctica estriba en visualizar que nuestro cuerpo o partes de él, se hallan sumergidas o rodeadas de un líquido mayor o menormente viscoso, como el agua o corrientes de ella, barros de distintas texturas, etc. Por ejemplo, ejercicios como visualizar como se opone a nuestro cuerpo o manos el agua al nadar, o imaginar que remamos con las manos sobre un flotador, tratar de andar entre el barro… etc.
La finalidad es, sentir la fricción que esos fluidos nos deparan sobre nuestro cuerpo ofreciendo oposición; visualizar como se ejerce esa conexión entre varias partes de nuestro cuerpo y un medio externo. Y en todo momento sentir cada impresión, ya que, se trata de la sensación de circulación y/o acumulación del Ki por nuestro cuerpo o zona de él.
La finalidad es, sentir la fricción que esos fluidos nos deparan sobre nuestro cuerpo ofreciendo oposición; visualizar como se ejerce esa conexión entre varias partes de nuestro cuerpo y un medio externo. Y en todo momento sentir cada impresión, ya que, se trata de la sensación de circulación y/o acumulación del Ki por nuestro cuerpo o zona de él.
Pero ambas formas de práctica de los “Tonos Opuestos (1)”, tanto internos como externos, determinan la coordinación neuromuscular con el movimiento corporal (parcial o a cuerpo entero)… estamos hablando de una concordia entre acción y fuerza. Recordemos, cuando realiza de pleno la práctica de “Tonos Opuestos (1)” el Ki circula de forma positiva engendrado por el sistema nervioso, y esta circulación, es la experiencia sensorial más sencilla para poder apreciarlo.
Mentalmente se dan órdenes musculares de “contracciones virtuales” que activan nuestros centros nerviosos y esto desagua el Ki, que se despierta por la estimulación de los nervios y tiende a circular por un cuerpo en estado de relajación. La circulación del Ki es también, distinta de la acción de la “fuerza mecánica o Jin-lì (3)” y además… distinta de otra sensación, como puede ser la producida por un exceso de oxigenación por aglutinación de una mayor presencia de sangre, en determinada parte de nuestro cuerpo, ocasionada por causas de trabajo o entrenamiento físico.
Mentalmente se dan órdenes musculares de “contracciones virtuales” que activan nuestros centros nerviosos y esto desagua el Ki, que se despierta por la estimulación de los nervios y tiende a circular por un cuerpo en estado de relajación. La circulación del Ki es también, distinta de la acción de la “fuerza mecánica o Jin-lì (3)” y además… distinta de otra sensación, como puede ser la producida por un exceso de oxigenación por aglutinación de una mayor presencia de sangre, en determinada parte de nuestro cuerpo, ocasionada por causas de trabajo o entrenamiento físico.
Todo esto hay que sentirlo, y para ello dedicar mucho tiempo y paciencia en la práctica perseverante de los distintos ejercicios existentes y que, normalmente, se ofrecen a través de las prácticas marciales, métodos de salud, meditación, etc.
De hecho, los grandes maestros de las distintas disciplinas mencionadas, tienen por común denominador, en anunciar que, la práctica o entrenamientos de todas ellas sin la base del “Zheng li o Tonos Opuestos (1)” y por consiguiente del Ki, sólo quedan en meras prácticas deportivas o de gimnasias mayor o menormente suaves.
De hecho, los grandes maestros de las distintas disciplinas mencionadas, tienen por común denominador, en anunciar que, la práctica o entrenamientos de todas ellas sin la base del “Zheng li o Tonos Opuestos (1)” y por consiguiente del Ki, sólo quedan en meras prácticas deportivas o de gimnasias mayor o menormente suaves.
NOTAS:
1. Zheng li, 争力. Su equivalente al japonés, aunque no muy usado, bien podría ser “Sôryoku” o en ocasiones como “Shôryoku”. “Sô” (Zheng), 争, se traduce literal como: lucha, disputa, pelea, esfuerzo… y también como: conflicto, contrario, concurrente. Siendo un sinónimo de “Mujun” (Maodun en pinyin, 矛盾) que significa “contradicción”. Por su parte, como es ya conocido, “Ryoku” o “Lì, en pinyin, 力) se entiende como “Fuerza”, como la fuerza, hablando de ella en general. Claramente, por Zheng Lì sólo se entiende una cosa, es a la hora de traducción, la traducción literal cuando surgen las diferencias o discrepancias, ya que por Zheng Lì pueden encontrarse transcripciones como: “fuerzas o energías de lucha”, “Fuerzas de contradicción”, “conflicto de fuerzas o de energías”, “tensiones opuestas”, “tonos opuestos”, algunos incluso lo entienden como “integración de tensiones concurrentes”, “fuerzas o energías concurrentes”, y hasta “pares de fuerza contrarios isométricos”. A nosotros nos gusta “Tonos Opuestos”, por lo expuesto anteriormente en el principio del post y que hace relación a un equilibrio entre ellas. Se hace referencia a dos tipos de Zheng lì, el interno y el externo:
- “Zheng li interno”. 身內爭力, pinyin: Shēn nèizhēng lì; romanji: Muichi sôryoku, みうちそうりょく. En conjunto puede ser entendido como “Pelea interna” o “conflicto interior”. Pero normalmente se dice “Zheng lì oscuro o interno”: una oposición de fuerzas o tensiones en el interior del cuerpo, un “Zheng lí Yin”.
- “Zheng li externo”. 身外争力, pinyin: Shēn wài zhēnglì; romanji: Migai sôryoku, みがいそうりょく. Se comprende como “pelea externa”, “conflicto externo”, “Zheng lí externo” o “Zheng lí Yang”, etc. La diferencia estriba en que el trabajo mental de la oposición de fuerzas que antes era el interior del cuerpo, ahora sucede entre el cuerpo y un agente externo. Podemos visualizar cognitivamente a nuestro cuerpo o una parte de él oponiéndose o luchando en contra de un “algo” exterior que se opone. Por ejemplo contra una corriente de agua, o estando sumergidos, rodeados o parcialmente cubiertos por un líquido o elemento viscoso como puede ser el barro, aceite, miel, etc. Como ejemplos conocidos, ejercicios como imaginar la oposición del agua al nadar, remar con las manos o pies, apartar un barro que nos cubre con las manos y brazos o avanzar a través de él, etc. Su finalidad es sentir la fricción que esos fluidos nos deparan sobre nuestro cuerpo, como se visualiza el ejercer una conexión entre varios elementos de nuestro cuerpo y un medio externo.
Pero también, en ocasiones se usa como sinónimo el término “二爭力Er zheng li”, entendido como “una disputa de dos resistencias mutuas” o “pelea de fuerzas”, y en esto, en Shinpôki, lo entendemos igualmente como “Lucha de Fuerzas o 二爭力 Nisôryoku”. Pues entendemos, que su finalidad es buscar el nacimiento o protagonismo de una de esas dos fuerzas a partir de su equilibrio.
2. Imagen: 圖 (图), pinyin: Tù; romanji: 圖, と, To; Imagen, diagrama, gráfico; mapa. Pero en este caso nos referimos a 想像力, en pinyin: Xiǎngxiànglì, y en romanji: そうぞうりょく, Sôzô ryoku, que es la facultad humana (o fuerza) de imaginar (imagen) para representar mentalmente sucesos, historias o imágenes de cosas que no existen en la realidad o que son o fueron reales pero no están presentes.
3. Fuerza: 力, pinyin: Lì; romanji: Ryoku: Fuerza, energía, vigor, potencia… etc. Existen distintos ideogramas o “kanji” que representan estos conceptos. Podemos encontrar que su utilización es muy variada, las traducciones también y, en los distintos campos conceptuales puede suceder que según estilos, escuelas o maestros… eligen unos u otros de esos ideogramas. Aquí reflejamos los que intervienen en este post:
- Fuerza de Imagen 想像力, en pinyin: Xiǎngxiànglì, y en romanji: そうぞうりょく, Sôzô ryoku, que es la facultad humana de imaginar o de crear una imagen.
- Fuerza de muelle o de rebote 弾力, que se denomina en pinyin como “Tan li” y en romanji como Danryoku, significando: fuerza de capacidad de rebote; así como también: elasticidad, flexibilidad, estiramiento, etc.
- Fuerza explosiva o destructiva 爆破力, pinyin: Bàopò lì, romanji: Bakuha ryoku).
- Fuerza de “resistencia” 阻力, pinyin: Zuli: se traduce como resistencia. Mientras “阻, Zu” es un “algo” que impide, bloquea, obstaculiza u obstruye, “力, lì” es la fuerza que hace que ese “algo” se convierta en una resistencia o arrastre, obstáculo u obstrucción. En japonés sería entendido tanto como 抵抗力, ていこうりょく, Teikôryoku, o simplemente como 抵, ていこう, Teikô).
- Potencia, o Fuerza de efecto 作用力, pinyin: Zuòyòng lì. Es hacer uso de la fuerza, ya que 作用 Zuòyòng es una acción, función, efecto, y 力, Lì, es fuerza; en conjunto ese uso de la fuerza puede entenderse como la “potencia” que se ejerce sobre una palanca, por ejemplo. En japonés se usa 動力, どうりょく, Dôryoku, que igualmente se entiende por “potencia” o “poder”.
- Fuerza mecánica o Intensidad de fuerza 勁力, pinyin: Jin lì; romanji: Kei ryoku. “Jin lì” es un término no muy frecuente de verlo en el mundillo de las AAMM o de los métodos de salud. Normalmente como “Jin” se entiende el vigor, la energía o la fuerza paro desde un carisma de interioridad; mientras que “Lì” responde a algo más externo o de origen mayormente muscular. Ambos términos, literalmente parece que viene a significar lo mismo vistos por separado. En ocasiones, cuando dos términos semejantes aparecen juntos tienen como idea el fortalecerse mutuamente o el de reforzar una pertenencia del uno hacia el otro. 勁: Jin ; (け い , kei ) poderoso ; fuerte; vigoroso; con energía ; el vigor; energía; fuerza. 力: lì ; (り ょ く , ryoku): fuerza, poder, energía. La parte más fuerte de algo; calidad o grado de ser fuerte; intensidad de una fuerza o poder; potencia. En algunos contextos “Jin lì” se utiliza para determinar una “fuerza mecánica”, una “súper-fuerza”, una “fuerza intensa”, etc. “Jin lì”, también nos da la idea de cómo querer “pintar el color de la acción” o tratar de imaginar el contenido de la textura del “rendimiento de la acción”; de discernir entre “potencia y pegar fuerte”. Esencialmente, Jin lì, es la conducción de un impulso interno que consciente o inconscientemente sale hacia afuera en la dinámica del movimiento. Por lo que la acción parece ser el resultado visual del proceso mental interno. Haciendo mover dentro “Jin lì” da como resultado final una forma o apariencia para hacer del cuerpo o de la salud un espacio donde hay armonía. También es un puente entre las reacciones personales de uno y el entrono que lo rodea.
- Ki 氣, pinyin: Chi o Qi, energía). Ki, también se utiliza para designar la energía interior o interna, aunque normalmente tiene un sentido de energía o fuerza más generalizado.
- Anjin 暗勁, en romanji: Ankei, “Energía Oscura”. Es un término muy usado para denominar a la energía, el vigor o la fuerza oscura. 暗, significa “oscuro u oscuridad; puede tener un simbolismo “interno o interior”, relacionado con el aspecto Yin”, es decir, sinónimo de Neijin (內勁) y de “氣, Ki o Chi”.
- Neijin o Energía interna內勁, pinyin: Neijin, romanji: Daikei). Energía, vigor o fuerza interna.
4. Mente/intención 意, pinyin: Yi; romanji い, I; es una actividad mental que produce una sensación corporal asociada a la imagen que concibe. Literal se entiende como: pensamiento, idea, opinión, mente, así como corazón; alma; conciencia, sentido, anticipación… todo esto en un sentido de “intención” como una determinación de la voluntad en orden a un fin. En japonés suele usarse quizás más adecuadamente para esto el término 意味, い み, Imi: para implicar.
5. Zhan Zhuang 站樁 (quieto o clavado como una estaca). Se pronuncia “jan jong”; y se traduce como “estar quieto como un palo o como un árbol”. Es una forma o escuela de Qigong (氣功, Chi Kung o Kikô en romanji), y es la manera fundamental del y para el trabajo de “Er zheng li, Dos fuerzas en oposición, Tonos Opuestos, Zheng lì, etc”. En el Zhan Zhuang, se desarrolla un tipo de fuerza que denominan “Hunyuan li” (浑圆力) y que se entiende como “fuerza de todo el cuerpo” que se consigue con el trabajo de la Mente/Intención (4). En Japón Zhan Zhuang se transcribe como Tantô, たんとう, pero usa más el término 立禅, りつぜん, Ritsuzen, o también Ryûzenりゅうぜん, que también sirve para referirse a la meditación de pie.
6. Esencia 精, Jīng, suele traducirse como «esencia»; en la MTC se la considera una sustancia pura, extraída a partir del refinado de sustancias más toscas. La parte derecha del kanji (米) es un grano de arroz que explosiona, tal como sucede con el kanji de Ki (氣: 米); mientras que la segunda parte del kanji (青) significa «transparente» o «puro». El Jing o la “esencia” puede existir bajo tres formas distintas, que se conocen como先天之精 Xiāntiān zhī jīng: esencia del cielo anterior; 後天之精 Hòutiān zhī jīng: esencia del cielo posterior y “Esencia del Riñón”. También se traduce como: Espíritu, semen, refinado, fantasma, hada, energía, vitalidad, pureza, habilidad, etc. En Japón se denomina 精, せい, Sei.
7. Sangre 血, pinyin: Xue; romanji: Chi.
8. Enraizamiento 生根, Pinyin: Shenggen: enraizamiento, echar raíces, arraigado; en japonés 発根, はっ こん, Hokkon: enraizamiento.
9. Sancai Zhuang 三才樁, pinyin: Sancai Zhuang; romanji: さんさいくいSansaikui. Se entiende como los “Tres talentos del enraizamiento”.
10. Punto de apoyo o fulcro 支点, pinyin: Zhîdiân, romanji: してん, Shiten. En clara referencia al punto de apoyo de una palanca, aunque tiene otros significados.
11. Campo de Ki 氣場 (气场), pinyin Qi châng; 気場, romanji: Kijô). En términos de Qi Gong o Kikô, se refiere a la “zona de influencia del Qi o de la energía interna”. Sirve el símil de la zona donde la acción de un imán tiene su efecto. También puede ser entendido como: aura, atmósfera, campo magnético o como longitud de onda. Igualmente puede hacer referencia a la impresión que una persona deja en las demás o, como alguien puede afectar a la gente a su alrededor.
12. Atención 注意, pinyin: Zhùyì; romanji: Chûi. Atención, para prestar o requerir la atención. También se entiende, en especial en las artes marciales o en meditación, como un proceso cognitivo que permite centrarse y concentrarse selectivamente en un aspecto del entorno sin tener en cuenta el resto.
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