KI, EL CONCEPTO (II)

La medicina oriental estudia el flujo del “Ki” en el cuerpo. Los “meridianos” son canales a través de los cuales circula el “Ki”, el cual está siempre en constante movimiento; el dolor y la enfermedad, se entienden ser el resultado de obstrucciones o de la mala circulación del Ki. 
Cuando los obstáculos se liberan, y la circulación vuelve a ser ágil y natural, y por lo tanto el Ki es capaz de desplazarse libremente… los síntomas se alivian, la enfermedad remite.


Pero habitualmente, tanto si nos resulta familiar el término Ki, como si no sucede así, nos preguntamos: ¿Qué es el Ki? ¿Cómo comprender un concepto que no tiene forma? O lo que es peor: ¿cómo explicarlo?

Los defectos o excesos se Ki se hacen patentes en el ser humano. 
Podemos preguntarnos ¿qué es el corazón, no como órgano, ...sino como una forma más espiritual? 
¿Qué es el espíritu? 
O también, ¿Qué es la Vida? 
Y en este sentido podemos respondernos que el Ki es la energía vital de la vida, que se crea en lo “profundo” por la unión del cuerpo y del corazón (kokoro).

KI significa “Energía Vital Universal”. Es el Qì o Chi de los chinos, el Prana de los hindúes, el Maná de los kahunas, el Baraca de los sufíes, el Riyach de los judíos o el Ka de los egipcios.

Sobre la energía sabemos que viene del latín “energīa” que a su vez viene del griego “ἐνέργεια”, y significa: “Eficacia, poder, capacidad o virtud de obrar, transformar y poner en movimiento”. 

La energía o Ki es la realidad básica que subyace a todo lo que existe. Si pudiésemos quitar del Universo todo aquello que nos resulta visible como planetas, estrellas, asteroides, etc., y además todo aquello que no podemos ver como gases, agujeros negros, polvo, etc., incluso entonces, el Universo no estaría vacío, seguiría estando lleno de energía, de Ki. 

Todas esas cosas que pretendíamos quitar anteriormente, además, no son sino el resultado de la condensación de la energía… hasta nosotros formamos parte de esa misma procedencia. 

Esta visión de conceptos que es muy antigua en todo el planeta, era compartida por las antiguas tradiciones de todas las culturas. 

Con el paso de los siglos, en Occidente tendió a perderse para volver ser redescubierta después. La ciencia al final terminó admitiendo que las cosas no son tal cual las vemos y las tocamos, que la energía en sí misma es neutra, no es ni buena ni mala, ni positiva ni negativa, y hace que todo tienda al equilibrio. 

La cultura china es como un anciano de 7.000 años que ha vivido, visto y experimentado todo el lado doloroso de la vida humana, pero gracias a esa experiencia, también ha acumulado una gran cantidad de conocimientos en todos los ámbitos, y de manera muy especial en los planos espirituales: reflejando alegría y tristeza, placer y sufrimiento, lucha y paz, vitalidad y enfermedad, vida y muerte… Cuando este anciano, descubrió o encontró el Chi (Ki) como la energía interna que hay en el interior del cuerpo humano, lo estudió con especial atención.

Más tarde comprendería la relación entre el Ki del cuerpo humano y el Ki de la naturaleza. Y entonces creyó que tal vez el Ki fuera el medio para poder vencer a la enfermedad, y sus estudios comenzaron a encaminarse hacia esta nueva esperanza. A excepción de las guerras y sus períodos, y debido a la creencia de la relación entre los distintos Ki, la cultura china en su contexto histórico, se basó fundamentalmente en las religiones taoísta y budista y en la ciencia espiritual.

Ki es la energía o fuerza natural que llena el Universo. El Ki es un término que aparece a menudo en la lengua japonesa, y aunque no le presten mucha atención, está muy íntimamente presente y anclado en la sensibilidad del japonés: se trata de algo evidente que se escapa a la especulación reflexiva, es como el aire… 

¿Quién presta atención al aire?, y sin embargo, nadie duda de su vital importancia. Hoy, los japoneses y muchas otras personas por todo el mundo, empiezan a darse cuenta plenamente del fenómeno del Ki, precisamente por su ausencia o su alteración en la vida cotidiana. 

Y se empieza a reivindicar y a tomar iniciativas para restituir la calidad del Ki, al igual que las calidades del agua o del aire.

El término Ki es una forma lingüística que se ha aplicado a un fenómeno de energía a nivel universal. Ki es una idea muy estrechamente relacionada con las artes marciales, pero desgraciadamente muy poco practicada o enseñada. Hoy, salvo alguna excepción, las distintas artes marciales están más enfocadas a una educación física que busca como fin el resultado deportivo. 
El Ki debe ser enseñado y practicado conjuntamente con el arte marcial, de lo contrario puede uno preguntarse, por ejemplo, ¿Qué sentido tienen las técnicas de los kata? 

Es frecuente escuchar al profesor, o al árbitro, “falta kime en tus técnicas”… o cosas por el estilo, pero exactamente, ¿a qué se están refiriendo? ¿A una verdadera proyección del Ki hacia un punto muy determinado a través de esa técnica ejecutada, o a la perfecta realización biomecánica de la misma? ¿Qué es lo que se enseña o se aprende: Ki... biomecánica? 
Y es que en occidente, muchas personas aún se preguntan si realmente el Ki existe, porque en lugar de sentirlo, el Ki parece estar muy alejado de nuestra vida real.


El Ki está en todas partes y es accesible a cada uno de nosotros, como aire que respiramos, quizás está tan demasiado cerca, que ni siquiera nos damos cuenta. 

Pienso que lo más importante es tratar de verlo con un corazón abierto y, tal vez así, puedas entonces empezar a experimentar un mundo completamente diferente de lo que hasta ahora has conocido: entender ese sendero del Ki, conocer su infinito mundo. 

El Ki es una constante universal cuyo movimiento afecta y une toda la existencia orgánica, o sea, el nivel más profundo de la existencia: el corazón, la mente, el cuerpo y la materia son uno. En este principio fundamental se basa la filosofía y medicina oriental. 

Kokoro y Shin son términos japoneses que, según el contexto, pueden ser entendidos en otros idiomas, de diferentes formas: corazón, mente, espíritu, sentimiento... emoción, etc. En el contexto que ahora tratamos, "corazón... Kokoro... Shin..." es como capturar la esencia del concepto de "mente-corazón" espiritualmente hablando. 
Esta es la base de apoyo del cuerpo físico, y se proyecta a través de él por la intención del pensamiento y el sentimiento en forma de Ki.

Nanbudo no sólo es un arte marcial, tiene además un exquisito trato y trabajo relacionado con el Ki. Porque Ki es Salud. 

"El Ki nos rodea... nos nutre..." explica el Maestro Nanbu cada vez que tiene ocasión. Por ello, cuando en Nanbudô hablamos de salud, nos estamos refiriendo tanto a la física o corporal como a la mental y espiritual. Disponemos de muchas formas o kata, o ejercicios encaminados a este menester. Sólo nos queda practicarlos y estudiarlos con atención. 
Nuestra forma de práctica está, o debe estar más próxima al Shugyô que al Keiko.

El sentido del Kyôsei o respeto y convivencia con el compañero (prójimo) late con fuerza en el Nanbudo y es la base del progreso mutuo entre practicantes. El Ki es la constante que rodea todas las técnicas dentro del Nanbudo, donde se asocia el trabajo específico de desarrollo de esta energía interna, buscando siempre el obtener la vitalidad, la salud y el equilibrio a través de aquellos ejercicios referidos. 
La respiración como fuente constante de energía, en sus distintas formas y prácticas juega un papel fundamental en la ejecución de cada técnica, gesto o ejercicio ya sea marcial, físico o energético. En estos últimos, los ejercicios energéticos, su práctica actúa sobre los sistemas de los órganos y sus redes de meridianos, permitiendo que sobre ellos fluya el Ki libremente favoreciendo el bienestar corporal y espiritual.

Pero debemos profundizar en el Ki, conocerlo y descubrir como se comporta o como podemos hacer de una forma más consciente, que ese comportamiento sea más óptimo… ya que inconscientemente él ya está presente por y para nuestro beneficio en nuestro cuerpo.
R2019年2月3日
P2012年9月29日

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